Consejos prácticos para reducir el uso de plásticos en casa sin esfuerzo
Consejos prácticos para reducir el uso de plásticos en casa sin esfuerzo.
Por Víctor Domínguez | Publicado el 28 de July de 2025, 07:40

En plena transformación urbana, diseñadores de interiores y arquitectos madrileños proponen una nueva forma de repensar los espacios comunes con un enfoque en el bienestar. Su objetivo: humanizar la ciudad desde dentro, comenzando por las viviendas y las zonas compartidas como portales, azoteas o jardines verticales.
Uno de los elementos centrales en estas propuestas es la incorporación de vegetación en todos los rincones posibles. Desde macetas en balcones hasta muros verdes en patios de luces, el objetivo es crear microclimas más agradables y saludables para combatir el calor urbano y mejorar el estado de ánimo.
El diseño biofílico, que busca integrar elementos naturales en entornos construidos, se ha popularizado en Madrid gracias a iniciativas como ‘Respira tu casa’, un proyecto piloto que ha transformado 15 viviendas del distrito de Chamartín con materiales sostenibles, colores neutros y luz natural abundante.
“Los espacios afectan directamente cómo nos sentimos y cómo interactuamos con los demás”, explica Helena Torres, arquitecta especializada en bienestar residencial. “Un entorno ordenado, luminoso y ventilado reduce la ansiedad y mejora la concentración, incluso en pisos pequeños.”
El uso de materiales reciclados y mobiliario multifuncional también forma parte de esta filosofía. En lugar de grandes reformas, se proponen pequeños cambios como separar zonas con estanterías abiertas, utilizar mesas plegables o colocar alfombras para delimitar espacios de descanso y trabajo.
Varios centros educativos públicos también se han sumado a la tendencia, reconfigurando sus aulas con zonas de lectura blandas, plantas naturales y mobiliario que permite el movimiento libre del alumnado. Los primeros estudios indican una mejora notable en la convivencia y la atención.
El Ayuntamiento ha comenzado a incorporar estas ideas en sus programas de rehabilitación de viviendas, especialmente en barrios como Vallecas y San Blas, donde se busca mejorar la calidad de vida sin expulsar a los vecinos originales mediante el encarecimiento de alquileres.
Un componente clave de esta transformación es la participación ciudadana. Los vecinos proponen ideas, evalúan resultados y ayudan en la implementación, lo que genera un sentimiento de pertenencia y orgullo por el entorno compartido.
Las redes sociales también han jugado un papel importante, con cientos de usuarios compartiendo fotos de sus pequeños cambios y consejos para mejorar los espacios domésticos sin grandes inversiones. Hashtags como #MiCasaMiRefugio o #MadridVerde han ganado popularidad en los últimos meses.
Estas propuestas no solo embellecen la ciudad, sino que también abren la puerta a una cultura urbana más empática, cooperativa y consciente del impacto que el entorno tiene en nuestra salud física y emocional.